Difícil crónica la de hoy.
Uno de los partidos más importantes de la temporada, se
transformó en una batalla personal por parte de los jugadores de Villanubla, en
la que no había posibilidades de salir victoriosos.
El panorama era el siguiente. 5 jugadores para empezar el
partido. David lesionado, por lo que en el primer minuto dejaría de jugar. Manu
renqueante, vería durante el partido como se sentía. Dani, Juanma y Kardi, los
jugadores plenamente disponibles.
En el equipo de Sarabris, 11 jugadores, que durante el
calentamiento, ya intuían los derroteros por los que iba a transcurrir el
encuentro al ver calentar a solo 4 jugadores villanublenses.
Los árbitros no aparecían en el pabellón, por lo que algún
pequeño atisbo de esperanza se vio en las caras de los jugadores y del
entrenador. Pero cuando ya estábamos decidiendo hasta que hora esperarles, a
las 16:30 aparecieron por la puerta. La resignación volvió tan rápido como
había aparecido la esperanza.
Llegaba el momento de empezar. El minuto antes del comienzo
de partido, demostró lo que es este equipo. Unanimidad en pelear el partido
hasta el último momento es lo que se encontró el entrenador en sus jugadores.
Comenzó el partido y varias canastas de Sarabris no mejoraban
el panorama. En el primer parón, David se iba al banco. En ese momento, Sarabris empezó a jugar también con 4, algo
de agradecer, después de que la actitud anteriormente demostrada no fuera tan
de agradecer.
Y Villanubla llegó al partido. Se había acabado el paripé.
Se había acabado la semana de gestiones para evitar lo que tenían por delante.
Solo quedaba jugar al baloncesto. Y en eso ganaron el partido mientras el
físico aguantó. El ataque era bastante fluido, sin problemas para subir el
balón, ni excesivos en la rotación del balón. Se buscaba principalmente a Kardi, que superior a sus defensores, posteaba con facilidad, y conseguía
canastas con fluidez. 12 puntos al final del primer tiempo para el pivot de Villanubla. En cuanto se cerraron sobre él, se intentó sacar el balón a
los exteriores, con el clásico dentro fuera que hizo que no cesara la anotación
del equipo.
En defensa, por momentos muy buena, se notaban los momentos
de bajón físico. También las zonas que se sacrificaban en defensa en previsión
del cansancio, que provocaban tiros exteriores, que fue lo que mantuvo a
Sarabris en el partido. Final del 2º cuarto, y Villanubla solo estaba 3 abajo.
Tras el descanso en el que no hubo más que alabanzas a los 4
jugadores que lo estaban dando todo, llegó el tercer cuarto.
Si cabe alguna crítica al equipo, solo puede estar enmarcada
en este fatídico tercer cuarto. El bajón físico se notó mucho. Sarabris corrió el
contraataque, sabedor de la escasez de jugadores del rival, y disparó su
ventaja en el marcador. Hasta cierto punto era normal, pero lo preocupante fue
que si bien el contraataque era letal por no poder aguantar el ritmo, la causa
del mismo no era ese bajón. Villanubla empezó a obcecarse en ataque, sin buscar un buen
movimiento de balón. Las pérdidas se sucedían una tras otra, y la falta de
colocación hacía más difícil el balance defensivo. El resultado fue un 8-26 que
sentenció el partido.
El cuarto cuarto, aun concediendo de nuevo puntos a la
contra, se vio un cambio en ataque. Un poco más centrados que en el parcial
anterior, solo el físico dio ventaja al equipo visitante. Y se demostró en el
tanteo, en el que el equipo de Villanubla solo cedió por 3 puntos. Al final, 45-69.
Poco se puede sacar de este partido, solo el agradecimiento
de todos a los que se desgastaron en un partido sin esperanzas, y las ganas de
venganza generadas en el equipo.
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