Después de la derrota ante Cigales, los
entrenamientos de la semana se centraron en subsanar los errores cometidos.
Salida de presión y movimientos en ataque. Y con la lección aprendida, el
equipo se presentó en el pabellón de San Agustín con la intención de cortar la
racha de derrotas.
El partido se presentaba propicio para
que los problemas de anteriores partidos no perjudicaran al equipo. San Agustín
no presionaba a toda cancha. Una tímida defensa al base a partir de medio
campo, era fácilmente subsanada por los jugadores de Villanubla con pases
rápidos para empezar el ataque desde los aleros. Una vez colocados, la defensa
individual pero flotante del equipo contrario, permitía movimientos fáciles
entre los exteriores consiguiendo posiciones de tiro cómodas pero alejadas de
canasta. La falta de profundidad provocó que los primeros ataques se saldaran
con una sucesión de triples, en la que los jugadores de Villanubla no
estuvieron acertados. Y ahí empezaron los problemas.
Los rebotes largos, provocaron contraataques
letales por parte de san Agustín, que en pocos minutos se fueron en el
marcador. Iván se vio obligado a pedir un primer tiempo muerto, para cortar la
sangría.
El parón no cambió la tónica del partido,
otros dos malos ataques y un contraataque mas, provocó el cambio táctico que
marcó el partido. Quique salía al campo, y Villanubla empezaba a jugar con 3
interiores.
El cambio pilló por sorpresa a San
Agustín, y mas cuando el primer balón que tocó Quique, se transformo en dos
puntos con un tiro de 5
metros . Desde ese momento, la defensa se vio
descolocada, y el gran juego entre los 3 pívots de Villanubla, mejoró el
porcentaje de acierto. Esto unido a los dos exteriores preocupados solo en el
balance defensivo, dio la vuelta a la tendencia y el primer cuarto acabó
igualado.
El segundo cuarto fue un calco de los
últimos minutos del primero. Villanubla anotaba con facilidad, y San Agustín
sin la posibilidad de correr veía muy mermada su anotación. Solo dos puntos
anotados, y Villanubla se iba al descanso con una ventaja importante. 22-14.
Ventaja en el marcador, Javi descansado
ya que no había jugado en todo el segundo cuarto, y la moral alta tras ver un
juego entre pívots como nunca se había visto. Solo hacía falta tranquilidad y
mantener la concentración.
Pero llegó el tercer cuarto. El de
siempre. El de la desconexión general.
San Agustín subió la defensa sobre
Quique, y el ataque Villanublense se colapsaba. Al no poder conectar de forma
clara con los pívots, la falta de exteriores se transformó en ataques sin
control, y pérdidas de balón. San Agustín se acercaba en el marcador, y la
salida al campo de Iván, para calmar el ataque, no tuvo efecto tras dos
pérdidas de balón. Acababa el tercer cuarto, con el marcador igualado.
Con la remontada conseguida, San Agustín
siguió con su defensa, y lo complemento con varios triples que le puso 7 puntos
arriba.
La reacción desde el banquillo de
Villanubla, no se hizo esperar mas, aunque ya era tarde.
Volvió a jugar con 3 exteriores, y a
volver a mover el balón. Esto volvió a pillar fuera de juego a la defensa
contraría, y junto a una presión mas fuerte en la subida de balón, consiguió
que el marcador se apretara, un puno abajo a falta de 40 segundos.
Dos tiempos muertos en las siguientes
jugadas para preparar los ataques. Los fallos en estas dos jugadas, y la
obligación de hacer faltas, aumentaron la ventaja de San Agustín, a 4 puntos y
posesión, tras una antideportiva que rompió el partido.
30 segundos por jugar, y sin tiempos
muertos, gastados demasiado pronto, solo sirvieron para aumentar la desventaja
hasta los 9 puntos finales. El resultado final fue 56 - 47 favorable a los locales.
Una vez más, unos minutos de descontrol,
y pequeños fallos puntuales, privaron a Villanubla de conseguir su primera
victoria en segunda.
Partido del que se pueden sacar cosas
buenas, con una buena circulación de balón en algunas fases, y un juego entre
pívots que puede aportar mucho en un futuro. Un paso mas hacia la ansiada
victoria, si aprendemos de los errores cometidos.
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